Quisiera volar por los aires a velocidades prohibidas por la física, negando la ley gravitatoria de la tierra. Quisiera unirme al viento en su recorrido sempiterno por el globo terraqueo.
Quisiera sentir esa libertad en mis alas, sentir el mundo en miniatura debajo de mi, sentirme preso de aquel flujo eólico que me transporta a paises que nunca conoceré.
Pero sobre todo, quisiera unirme al viento para ser parte esa cálida brisa costera que acaricia tu cara mientras seca las lágrimas que aun derramas mientras ves las barcas en la distancia, aquellas mismas que te recuerdan las noches en América.
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